Cuerpo humano.
Spinoza señala que el cuerpo humano en tanto individuo está compuestos por muchos otros individuos que también están compuestos y en diferentes proporciones. Algunos son fluidos, otros blandos y otros duros, por lo que el cuerpo humano puede ser afectado por un gran número de cuerpos y maneras, además poder afectar a un gran número de cuerpos y maneras. El ser humano no posee la infinita complejidad de la Naturaleza pero sí es más complejo que una planta o un mineral. Emulando a Pascal el hombre es algo entre el animal y la Naturaleza, más complejo que el primero, pero más simple que el segundo. Entre el hombre y la Naturaleza se ubican las ciudades o estados que son individuos formados por seres humanos.
Cuerpo político.
Las ciudades son individuos formados por asociaciones de humanos que los determinan físicamente. La ciudad es cuerpo en tanto se define por una proporción de movimiento-reposo. Existen cosas que le hacen bien en tanto permiten su conservación y cosas que le hacen mal en tanto la impiden. Dentro de éstas últimas hallamos las guerras y crímenes, que amenazan su proporción o equilibrio, para decirlo en términos de la teoría sistémica. Es por eso que se define el análisis de Spinoza como una física política, Foucault hablará mucho más tarde de un microfísica del poder. Ahora bien, los peligros y amenazas de una ciudad tienen como causa siempre a los mismos ciudadanos que forman esta asociación. Pensemos en el caso de la Revolución Francesa que Spinoza no alcanzará a ver. La ciudad no es pensada como pacto social sino que como agregación natural de individuos que buscan conservarse físicamente.
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