miércoles, 1 de septiembre de 2010

La Ética de Spinoza. Cuerpos en general y Naturaleza.

Este libro se escribe entre 1661 y 1675, sin embargo se publica póstumamente debido a que Spinoza se niega a hacerlo en vida dada sus controversias con el poder regular y secular de Holanda. El texto se puede dividir en cuatro partes:

1. La Metafísica.
2. La Física.
3. La Teoría del Conocimiento.
4. La Ética.

Todas estas partes apuntan a la liberación del hombre y a la conquista de su felicidad, tal cual lo pensara Aristóteles en su Ética a Nicómaco. En esta entrada nos abocaremos sólamente a la segunda parte, sabiendo que corremos el riesgo de mutilar la obra generando incompresiones respecto del todo orgánico en el que se inscribe, no obstante nos permitirá adentrar en la Metafísica y Teoría del Conocimiento, esta última de interés para la psicología.

Rápidamente digamos que la física de Spinoza dice que todos los cuerpos o extensiones (res extensas) se componen de cuerpos más simples los que a su vez se subdividen en cuerpos simplícimos, que igual son divisibles ad infinitum. Spinoza no es atomista. Dos son los estados en los que pueden estar esos cuerpos: en movimiento o en reposo.

Cada cuerpo tiene un proporción de movimiento y reposo, que configuran la velocidad del mismo. Pese a variar su velocidad el cuerpo es invariante. La metáfora del cuerpo simplícimo es el péndulo simple porque su velocidad es inmutable, la proporción movimiento-reposo es constante.

La proporción movimiento-reposo, común a todos los cuerpos, es lo que les permite una conveniencia. Todos los cuerpos convienen porque son cuerpos en tanto todos poseen una velocidad o vibración. Unos pueden mover a otros, reuniéndose en cuerpos compuestos. Los ambientes presionan los compuestos manteniendo la cohesión de los mismos, integrados a una nueva proporción de movimiento y reposo al que todos se asimilan. El modo particular de vibración es lo que define a un individuo que es un cuerpo compuesto. La proporción de movimiento y reposo funciona de principio de individuación, es decir que aunque falte un compuesto si se mantiene la vibración sigue habiendo individuo. Un individuo es tal, en tanto que las distintas proporciones se sigan comunicando del mismo modo, como una pieza musical.

La individuación o identidad cambia cuando acontece un cambio abrupto en la vibración del compuesto. La muerte es la expropiación de la proporción movimiento-reposo particular de un cuerpo por otra proporción que no cambia.

La Naturaleza es el Cuerpo Supremo, la Extensión Suprema, de complejidad infinita, el Individuo Universal. Toda muerte es relativa a las partes y no al Todo, el cual no muere. Todas las proporciones constituyen la proporción universal. No hay descomposición ni composición absoluta.

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